Medidas como exigir prueba COVID-19 para una intervención quirúrgica e ingresar a centros médicos con mascarillas podrían quedar atrás
Aunque desde hace un año República Dominicana es un país libre de restricciones por la pandemia del coronavirus, la noticia de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) decidió dejar sin efecto la alerta mundial por la enfermedad es motivo de regocijo para los actores del sistema de salud, quienes mantienen cierto protocolo de actuación frente a la pandemia.
El COVID-19, que fue declarado endémico para la República Dominicana, ahora lo es para todo el mundo y esto implica una desescalada de medidas restrictivas para los dominicanos que viajan a otros países que las mantienen, igualmente para los pacientes que, hasta el momento, para someterse a cualquier cirugía son obligados a presentar una PCR negativa, explicó el ministro de Salud Pública, Daniel Rivera.
«Nosotros tenemos que levantar ya oficialmente que no es obligatorio que usted, para hacerse una cirugía, deba tener una prueba de antígeno de PCR, estoy seguro que estas restricciones la vamos a levantar al igual que otros países»
Rivera indicó que tras el pronunciamiento de Tedros Adhanom Ghebreyesus, director de la OMS, en los próximos días el Ministerio de Salud Pública emitirá una resolución que modifique la 0008-2022, la emitida el 16 de febrero de 2022 cuando el presidente Luis Abinader levantó todas las medidas COVID y el órgano rector de la salud pasó a dejar recomendaciones a la población y protocolos de acción a los actores de salud frente a los nuevos casos de la enfermedad infecto-contagiosa.
«El levantamiento de la alerta mundial no significa que el COVID-19 desapareció, si no que ya está mundialmente controlado, en lo adelante queda en cada ministerio de Salud adecuar sus medidas de acción con la enfermedad y tratarla de manera endémica, así como se trata la malaria, el dengue y la influenza que tiene sus temporadas de incremento de casos», sostuvo el funcionario.
Riveraindicó que el COVID-19 es un virus que gusta de temperaturas frías, siendo los meses de otoño e invierno en los que más contagios se reportan.
Recuento del COVID-19
El COVID-19 fue declarado como pandemia el 30 de enero de 2020 luego de que se reportara la aparición del primer caso en China a finales del 2019. A la fecha, se desconoce la cifra de muertos por esta enfermedad que llegó para retar al sistema de salud del mundo, que inicialmente no contaba con ningún tratamiento específico para tratarla. La OMS tiene en sus reportes casi siete millones de defunciones, pero estima que la cifra real rondaría los 20 millones.
A tres años del virus también se desconoce qué lo originó, mientras se incrementa la teoría de que pudo ser producto de un laboratorio en China o que ese país no ha sido honesto con las informaciones brindadas sobre los inicios de la enfermedad.
En República Dominica, el coronavirus llegó el 1 de marzo de 2020 a través de un italiano que arribó con el virus activo en su organismo. El 16 de marzo, con al menos cinco casos confirmados en el país, el entonces presidente Danilo Medina emitió la declaratoria del Estado de Emergencia, medida que marcó un antes y un después en la vida de los dominicanos, que vieron limitados sus derechos de libertad de tránsito y de reunión para preservar la salud.
Los toques de queda que se fueron estableciendo a medida en que se mantuvo el estado de excepción que solo permitía estar fuera de la casa por unas horas ocho, 10 o 16 horas, a lo mucho para luego confinarse. «Quédate en casa» fue el eslogan con el que se convidó a las personas a no violentar el estado de excepción y uno de los subsidios del gobierno para paliar la crisis.
Miles de trabajadores fueron suspendidos de sus empleos y posteriormente muchos despedidos, empresas cerraron o redujeron su nómina, importantes sectores productivos como el turismo y el de entretenimiento experimentaron cuantiosas pérdidas. La economía bajó, la educación se paralizó, el sistema de salud colapsó por la cantidad de personas que demandaron al mismo tiempo asistencia para una enfermedad para la que no había tratamiento.
Fase 1 y Fase 2 fueron otros programas del Gobierno para mantener la empleabilidad, asumiendo un porcentaje de la nómina de las empresas durante los meses más duros de la pandemia cuando solo se permitía operar a las entidades que ofrecen servicios esenciales como farmacias, supermercados, clínicas, hospitales, estaciones de combustibles, etc.
Pa´ ti, fue otra ayuda transitoria para los trabajadores independientes que no figuraban en el Sistema Único de Beneficiarios (Siuben) como personas en la pobreza extrema y dejaron de trabajar para guardar el aislamiento social.
Fue a partir de la segunda quincena de mayo de 2020, que el expresidente Medina dio inicio a una desescalada luego de dos meses de encierro estricto, que llamó «covidianidad». El tiempo para salir de casa para trabajar o realizar cualquier diligencia se amplió a nueve horas, de 5:00 de la mañana a 7:00 de la noche, solo los servicios de transporte público eran los que podían operar, posteriormente se fueron relajando las medidas y con ello se fue dinamizando la economía.
La llamada covidianidad permitió que República Dominicana se convirtiera en el primer país que realizó unos comicios en plena pandemia. Las nuevas autoridades con el presidente Luis Abinader a la cabeza continuaron con las medidas de excepción y el toque de queda hasta el 16 de febrero de 2022.
Durante este tiempo, las medidas fueron de «aprieta y floja» de acuerdo al comportamiento del coronavirus y la necesidad de recuperar la economía.
Llega la vacuna
La llegada de la vacuna contra el COVID-19 el 15 de febrero de 2021 fue un hito importante para controlar la enfermedad, flexibilizar las medidas y relanzar los sectores económicos deprimidos.